
Aquella mágica noche de agosto de 1995.
Un momento imborrable de mi vida es el evento que los historiadores han ignorado y probablemente muy pocos recuerdan, pero en mi cabeza tengo bien presente esa vivencia; y me refiero a la visita a esta ciudad de un señor que catapultó su trabajo desde aquí ya que había dicho años antes que ya no iba a volver a salir de gira con el “No More Tours” es todo un ícono porque es grande y aunque posteriormente fue ridiculizado en la televisión, y se convirtió en un “declarado” pelele de su esposa además de encabezar algunos exitosos tour masivos, este "loco" declarado del rock dejó su huella en el escenario de la Fundidora de Monterrey.
Me refiero a Ozzy Osbourne, “The Prince of Darkness”, quien llegó a estas polvorientas tierras a reiniciar sus giras y llegó para ofrecer su espectáculo a los aficionados al auténtico heavy metal en el entonces llamado Auditorio Fundidora del parque homónimo un 26 de agosto de 1995 a las 21:00 horas.
Este del que hablo, fue un concierto de gran manufactura y entrega, tanto de Ozzy como de los asistentes que no tiene queja de aquel suceso ya que se ofreción un espectáculo con toda la parafernalia, los efectos y el escenario empleados a lo largo de la gira mundial del cantante originario de Birmingham que incluso se dio el lujo de venir con un telonero estelar, la banda de doom/death metal originarios de Halifax, Inglaterra, Paradise Lost; en fin, todas estas bondades eran muy poco comunes para aquellas ya lejanas fechas donde no era cotidiano ver en nuestro país a artistas de tal calibre y mas aún cuando el rock pesado sufría en demasía por el gran auge del “grunge” y todo el sonido de Seattle.

En la banda de Ozzy Osbourne llegó a Monterrey como bajista otra gran leyenda de la música, Geezer Butler, quien fue el ejecutor original del monstruo de las cuatro cuerdas con Black Sabbath y venía acompañando a su amigo de la infancia para este tour, además en las percusiones estuvo esa mágica noche Deen Castranovo, y en la guitarra estuvo un desconocido en ese entonces pero que logró captar la esencia del músico inglés, Joe Holmes (casi homónimo del porno star).
Sobra destacar la entrega total tanto de los 10 mil asistentes como del buen Ozzy, quien en todo momento corrió, cantó e bañó a los asistentes con manguerazos de agua; empezó el show interpretando los clásicos de sus épocas de Sabbath como “War Pigs”, “Paranoid”, “Iron Man”, pasando luego por “Mr. Crowly”, “Crazy Train”, “No More Tears” y muchos clásicos más hasta llegar al final luego de un par de horas con la no menos clásica de sus épocas solistas “Bark at the Moon”.
Es necesario recordar algunos momentos “cumbre” de este concierto como el opening donde se proyectó un video donde aparecía Ozzy, con la ayuda de la tecnología, en algunas situaciones cómicas al lado de Forrest Gump, Cindy Crawford, también como interpretando al quinto Beatle, platicando con el presidente Clinton entre otras situaciones chuscas mas para finalizar con la leyenda “The Madness Began”; otro momento fue cuando se trepó un emocionado fan hasta el escenario y el cantante tuvo que rescatarlo de las “garras” de los elementos de seguridad y darle un abrazo e invitarlo a bajar, así que estamos casi a 12 años de conmemorar este buen momento en la historia concertística internacional de Monterrey.

Estoy recordando todo lo anterior porque al cumplirse casi 12 años de aquel acercamiento a los creadores originales del metal pesado, nos visitará “la otra parte” fundamental del original Black Sabbath, ya que Tony Iommy viene a requintear con su estilo lento y espeso para exorcizar la Arena Monterrey con el Black Sabbath de los tiempos de Ronnie James Dio, ahora bajo el nombre de Heaven and Hell, donde nuevamente estarán en esta capital de Nuevo León, el pequeño gigante del metal (quien vuelve después del MMF-I), así como Geezer Butler (quien ya vino con Ozzy) pero ahora a cargo de aporrear los tambores alinea el incondicional del cantante de "Rainbow in the Dark", es decir Vinny Appice, todos ellos vienen con su experiencia y dominio escénico a ofrecernos el material clásico blacksabático que Ozzy no puede interpretar que son las rolas del "Heaven and Hell", el "Mob Rules" y el "Diohumanizer" así como tres nuevos temas incluidos en el disco compilatorio sabático con el chaparrito,.
En fin, sobran las palabras para expresar lo mucho que admiro al sonido de Black Sabbath, así que no hay pretextos para estar presente en esta cita con la historia del rock estridente el 1 de septiembre y por ende, cualquier persona que tenga un nivel cultural medio debe estar presente ya que esto es un un evento que por ningún pretexto se deben perder... mucho menos los que dicen rockers.

Saludos.

1 comentario:
estubo chingon junto con antrax y pantera
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